¿Has escuchado alguna vez “The Line”? Conoce la historia de nuestro beneficiario del Programa Crédito Beca, Luis Echeverri, quien trabaja actualmente en uno de los proyectos urbanísticos más ambiciosos y modernos del mundo. De Valle del Cauca a Arabia Saudita, gracias a la maestría que realizó con el apoyo de COLFUTURO.
Escrito por: Luis Carlos Proaños O.
La ambición de actualizar sus conocimientos, convertirse en un verdadero agente de cambio, expandir su networking, su pasión por hacer parte de proyectos de desarrollo y combinar sus intereses en el área de supply chain fue el motor que impulsó al ingeniero vallecaucano Luis Eduardo Echeverri Duque a hacer realidad su sueño de estudiar un posgrado en el exterior.
Al finalizar su pregrado siendo parte del programa ser pilo paga, el ingeniero vallecaucano comenzó su carrera profesional en el área de Supply Chain y luego de trabajar aproximadamente cinco años en Colombia con Pepsico, este ingeniero industrial, egresado de la Universidad Sergio Arboleda, sintió que había llegado el momento de crecer tanto a nivel profesional como en su red de contactos.
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“Es una inversión que haces tanto en lo personal como en lo profesional y que, a largo plazo, te permite tener la libertad de escoger lo que quieres hacer. En el camino, ser un actor de cambio para ti y para quienes te rodean”, describe Luis en entrevista con COLFUTURO.
Por ello eligió la maestría en Management: Business Analytics en la Universitad Pompeu Fabra de Barcelona. Con el apoyo de COLFUTURO, emprendió esta aventura en 2019, y a partir de ahí comenzaron a surgir oportunidades que lo encaminaron hacia el lugar destacado en el que se encuentra actualmente. Su novia fue su compañera de viaje y estudios.
En la maestría tienes la oportunidad de dejar volar la creatividad: tienes tus propios proyectos, la libertad de equivocarte, de aprender y mejorar.
Luis recuerda ese año en Barcelona como uno de los mejores de su vida, tanto en lo académico como en lo personal. “Con mi novia, hoy dia prometida, atravesamos todo este proceso de adaptación a una nueva ciudad, de exponernos a una nueva cultura. Es una oportunidad para demostrarte a ti mismo de lo que eres capaz, para aprender a manejar la frustración, superar retos. Y, al mismo tiempo, fue una experiencia muy hermosa porque conoces a muchísima gente en la maestría”.
Su tesis de grado, enfocada en un modelo de negocio para la exportación y comercialización de pulpa de fruta colombiana en España, recibió mención de honor como la mejor tesis de emprendimiento. El proyecto incluyó un plan de negocio y análisis de mercado con énfasis en Data Analytics, utilizando encuestas para determinar preferencias de sabor y presentación, proyectando el costo de la inversión, las ventas y la retribución esperada.
Por supuesto, la maestría le permitió regresar al mundo laboral con una formación mucho más sólida y afinada en aspectos clave de su sector. “En el área de supply chain, el data analytics es fundamental. Se deben hacer muchos análisis de datos y usar distintas herramientas. En la maestría tienes la oportunidad de dejar volar la creatividad: tienes tus propios proyectos, la libertad de equivocarte, de aprender y mejorar. En el mundo corporativo, el error cuesta más. Haber tenido esa oportunidad de aprender y desaprender me dio mucha más confianza para exponer y trabajar mis propias ideas, aplicarlas y agregar valor al equipo del que hoy hago parte”, destaca.
De esta etapa, también guarda un especial agradecimiento a COLFUTURO. “Es un facilitador y un acelerador porque te brinda los medios, te acerca a tus sueños, hace que el proceso sea más fácil y lo hace con calidad. Además, las universidades con las que COLFUTURO tiene convenios son excelentes, y puedes enfocarte en lo que realmente quieres. Este tipo de maestrías tan especializadas no son fáciles de encontrar, no solo en Colombia, sino en el mundo. En mi caso, COLFUTURO fue una pieza clave”, recuerda.
Al terminar la maestría, se radicó en Barcelona durante dos años más. Trabajó en Ecolab, una multinacional del sector químico, en el equipo de abastecimiento estratégico. Luego, pasó a La CREM (La Menorquina), del sector de alimentos, como category packaging procurement manager.
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Posteriormente, gracias al networking generado durante su vida en España, obtuvo una oportunidad en Arabia Saudita para trabajar en NEOM como consultor en el area de Supply Chain & Procurement, específicamente en el área de abastecimiento estratégico.
Allí se encuentra en Oxagon, el puerto de la futura ciudad de The Line, donde tiene la función de facilitar las adquisiciones estratégicas necesarias para su operación. Su trabajo consiste en analizar requerimientos del puerto, realizar análisis de mercado, análisis de gasto, planear y ejecutar las estrategias de abastecimiento a largo plazo, liderar procesos de competencia, evaluar proveedores, negociar y cerrar contratos, asegurando el suministro constante de materiales y equipos. Un rol clave dentro de uno de los proyectos más ambiciosos y futuristas del mundo.
“Ser parte de The Line ha sido una experiencia transformadora. Me ha permitido crecer profesionalmente, ampliar mi red de contactos y entender cómo se gestionan proyectos de gran escala"
The Line es una ciudad inteligente, lineal en desarrollo en Arabia Saudita, cerca del Mar Rojo, que busca revolucionar la vida urbana con un diseño sostenible, combinando la innovación tecnológica con la sostenibilidad y la eficiencia urbana.
“La iniciativa de Arabia Saudita es descarbonizar su economía. Quieren atraer turismo y empresas al país, invertir y desarrollar proyectos enfocados en desarrollo sostenible, innovación, y eso avanza a pasos agigantados”, explica Luis desde adentro.
The Line se proyecta como una ciudad de 170 kilómetros de largo, compuesta por dos rascacielos paralelos de 500 metros de altura, diseñada para albergar a nueve millones de personas sin necesidad de coches, calles ni emisiones de carbono. Se espera que la primera fase del proyecto esté completada en 2030.
“Ser parte de The Line ha sido una experiencia transformadora. Me ha permitido crecer profesionalmente, ampliar mi red de contactos y entender cómo se gestionan proyectos de gran escala. Además, el entorno multicultural me ha enriquecido tanto en lo laboral como en lo personal”, reconoce.
En el aspecto laboral, Luis ha descubierto que allí el colombiano “es muy valorado por su capacidad de ejecución, compromiso y resolución de problemas”, aunque a veces “el estilo directo en Medio Oriente puede ser un reto para nuestra forma de expresarnos, que suele ser más cálida”.
Asimismo, reconoce las diferencias de trabajar en los tres continentes. “Europa se destaca por su estabilidad y colaboración entre países. Arabia Saudita ofrece un ritmo acelerado, grandes inversiones y oportunidades constantes”, destaca.
Sobre la vida en un país en Saudita, afirma que ha sido único. “Profesionalmente, el país está creciendo rápido y valora el talento internacional. En lo personal, disfruto tocar guitarra, hacer deporte y explorar nuevos lugares y países de la región que nunca imagine visitar, también actividades como buceo en el Mar Rojo o ciclismo en el desierto siempre en compañía de colegas”.
Si bien existen diferencias culturales importantes debido a que allí la religión del Islam se aplica casi al pie de la letra, Luis reconoce que no es un mayor obstáculo. “En las principales ciudades puedes comunicarte en inglés con facilidad y culturalmente aprecian mucho que extranjeros visiten su país”.
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Al mirar en retrospectiva esta etapa de su vida y reconocer el impacto que ha tenido para llegar a donde está hoy, Luis tiene claro que estudiar en el exterior es una oportunidad para contribuir, desde lo individual y lo colectivo, a la construcción de un mejor país.
"Como persona, te expones y sales de tu zona de confort. Entras en un proceso constante de reaprendizaje, porque todo lo que dabas por sentado cambia completamente. Es un proceso de descubrimiento personal que te lleva a desarrollar habilidades que no sabías que tenías".
“Esto potencia una sociedad de líderes que sean agentes de cambio con pasión, voluntad, tiempo y paciencia. Ese esfuerzo conjunto, tanto de quienes estudian en el país como de quienes lo hacen afuera, puede hacerlo posible. Una sociedad mejor, como Colombia se lo merece. Estoy convencido de que la educación es el camino para el progreso y desarrollo, siendo clave que se sigan promoviendo iniciativas de inversión social para permitir a los jóvenes del país tener acceso a más oportunidades.
Sobre lo que representa una experiencia formativa de este tipo, concluye: “Como persona, te expones y sales de tu zona de confort. Entras en un proceso constante de reaprendizaje, porque todo lo que dabas por sentado cambia completamente. Es un proceso de descubrimiento personal que te lleva a desarrollar habilidades que no sabías que tenías. También fortaleces tu capital social y de conocimiento, lo que te permitirá tomar decisiones más acertadas en lo personal y profesional que puedan contribuir al objetivo de convertirse en un actor de cambio desde dentro o fuera, pero siempre buscando hacer de Colombia un mejor país”.