En la punta de la transición energética mundial

El ingeniero Gregorio Velásquez Gómez ha establecido una conexión laboral muy importante en Alemania con el objetivo de darle vía libre a su interés por las energías renovables y el almacenamiento energético. Su historia retrata el impulso y los beneficios de estudiar un posgrado de alto nivel en el exterior para transformar una carrera profesional.

Escrito por: Luis Carlos Proaños 

Las energías renovables siempre han estado en el horizonte de Gregorio Velásquez Gómez. Por eso, el primer paso en su proyecto de vida fue estudiar Ingeniería Eléctrica en la Universidad Nacional (sede Medellín), lo cual le ha permitido emprender un camino que le ha abierto las puertas para vivir hoy en uno de los países pioneros en la materia: Alemania.

Después de terminar su carrera, trabajó en Celsia, la empresa de energía del grupo Argos, donde empezó su experiencia y conocimiento laboral en el campo de almacenamiento energético.

Alemania siempre estuvo en su perspectiva, por su desarrollo ingenieril y por la forma en la que ha logrado importantes perfeccionamientos que lo posicionan como potencial mundial. Así lo evidenció cuando hizo un intercambio a la Technische Universität München - TUM, hace cinco años, durante su pregrado y lo confirmó cuando escogió ese mismo país y ciudad para realizar su maestría.

“Vi la oportunidad en la TUM, en Alemania, donde tienen un instituto súper bueno de almacenamiento de energía. Me contacté con profesores y estudiantes y me pareció muy interesante el programa, básicamente me interesaba el hecho de que allí tienen ingeniería de punta en almacenamiento de energía, específicamente en baterías de ion de litio”, recuerda desde Múnich.  

"Estuve en el Semillero de Talentos cuando estaba planeando todo, y los recursos que me dieron fueron muy útiles para enfocar la carrera. Es un proceso de analizarse a uno mismo, de pensar en una visión, en un proyecto, y de esa manera mostrarse cuando se aplica a la universidad”

Con COLFUTURO encontró el aliado para hacer realidad su plan de estudios en el exterior, al recibir el acompañamiento del Programa Semillero de Talentos, una iniciativa que apoya hasta por 3 años a profesionales destacados del país al brindarles herramientas de búsqueda y preparación para presentarse a un programa de posgrado en el exterior. Gregorio afirma que esto fue clave para tener el enfoque adecuado y no desviarse de su proyecto.

Su experiencia en Alemania.

“Estuve en el Semillero de Talentos cuando estaba planeando todo, y los recursos que me dieron fueron muy útiles para enfocar la carrera. Es un proceso de analizarse a uno mismo, de pensar en una visión, en un proyecto, y de esa manera mostrarse cuando se aplica a la universidad” afirma.

Con todos estos insumos se preparó adecuadamente para postularse a la convocatoria 2019 del Programa Crédito Beca, y al posgrado. Fue seleccionado por COLFUTURO y admitido en la universidad al tiempo. Ese mismo año viajó a Alemania para empezar a construir la segunda parte de su proyecto.

Abrir las puertas indicadas

Llegó a Múnich para iniciar una nueva etapa y se encontró una ciudad multicultural, con una gran calidad de vida. Además, esta metrópoli es uno de los motores de la industria alemana, lo cual encajaba perfectamente con su plan de explorar a fondo el plano energético.

Gregorio se apoyó en este contexto y al iniciar su maestría en Power Engineering encontró un gran campo de acción para adentrarse de a poco en la industria. A la par de su experiencia académica, ya había establecido algunos contactos con estudiantes de doctorado de la universidad y personas que se encontraban en el mercado laboral durante su viaje previo de intercambio. Gracias a ello, empezó a trabajar durante 20 horas semanales en la empresa Vodasun Energie-Technik, enfocada en la instalación de paneles solares en el territorio alemán.

“Lo más importante ha sido todo el contacto con este mundo de la ingeniería muy aplicada, a un nivel de un desarrollo amplio en Alemania respecto a las energías renovables. Uno ve aquí, por pequeño que sea el pueblo, que cada casa tiene su techo con panel solar. Y combinar la teoría más la práctica nos pone en ventaja en el momento de trabajar” revela.   

Ese bagaje previo lo impulsó directamente a llevar a otra dimensión su carrera. Para culminar su maestría, debía desarrollar un proyecto de tesis y escogió hacerlo en una entidad alemana de alto impacto. Empezó una búsqueda desde el segundo semestre y halló en Sonnen Group la oportunidad ideal para desarrollar un proyecto ambicioso: utilizar baterías para resolver los problemas de potencia de los cargadores rápidos de vehículos eléctricos. “Los cargadores rápidos requieren de mucha potencia para disminuir los tiempos de recarga a tan solo 15 minutos y en vez de cambiar la infraestructura para proveer esa necesidad, la solución que propusimos era utilizar un sistema de almacenamiento. La tesis se basó en analizar y buscar el tamaño óptimo de una batería para resolver este problema” explica Gregorio.

En su entorno de trabajo en Alemania.

Fue casual: conectar la tesis para trabajar en ese proyecto y justo después de toda la teoría y de analizar la viabilidad estas baterías para solucionar el problema, ahora estoy desarrollando el producto, con todo un grupo de ingenieros, aportando con mi conocimiento.

Sonnen es una empresa líder en sistemas de almacenamiento de energía inteligente y servicios de energía para los hogares de Alemania. El 100 % de sus acciones fueron adquiridas en 2019 por la multinacional Shell, convirtiéndose de ese modo en subsidiaria de este gigante de los hidrocarburos.

Tras una revisión del proyecto y de su aplicación, su jefe directo le ofreció vincularse laboralmente para convertirlo en un producto de uso común, pues se ajustaba con precisión al plan de Shell para construir un ecosistema completo en el sector de la movilidad eléctrica. Gregorio evaluó múltiples opciones y se decidió por ellos al identificar la amplia gama de oportunidades que tendría en el corto plazo.

“La empresa tiene recursos para crecer y hacer proyectos muy interesantes. Fue casual: conectar la tesis para trabajar en ese proyecto y justo después de toda la teoría y de analizar la viabilidad estas baterías para solucionar el problema, ahora estoy desarrollando el producto, con todo un grupo de ingenieros, aportando con mi conocimiento. Estoy pasando de la teoría a crear el producto y seguro que en uno o dos años estará en el mercado” reconoce.

Tras terminar con éxito su maestría en 2021, se metió de lleno en el proyecto, por lo cual tuvo que trasladar su residencia a la ciudad de Kempten, ubicada a menos de 2 horas de Múnich. Las expectativas son muy altas y el mercado está emergiendo como uno de los más robustos en el mediano y largo plazo en el plano nacional.

Las principales potencias del mundo están trabajando a gran escala para implementar la transición energética como una forma de hacer frente al cambio climático. Parte de un plan para alcanzar la neutralidad climática en 2040, Alemania espera que a 2030 estén en funcionamiento de 7 a 10 millones de vehículos eléctricos y por lo menos un millón de cargadores para estos dispositivos, lo cual supondrá, según la Deust-Welle, multiplicar por veinte la actual cantidad de este parque automotor en el país.

Gregorio tiene claro este panorama: “Si uno coge cualquier porción de ese mercado, como mínimo van a ser miles de estaciones de carga. Shell tiene muchas estaciones de gas, las cuales están integrando estaciones de carga eléctrica. Entonces el potencial es tan grande que es un proyecto viable y un producto que tiene futuro”. Aunque la transición energética es un proceso estructurado y paulatino, no cabe duda de que tendrá lugar más temprano que tarde porque la descarbonización del proceso de producción energética es inevitable en todo el mundo.

La posibilidad de cambiar el chip en Colombia

Sus procesos de aprendizaje e incursión en el mercado laboral han sido claves para entender una de las lecciones más grandes que le ha dejado esta etapa sobre Colombia, los profesionales y su desarrollo:

“Me di cuenta de que trabajando en Colombia como ingenieros nos da miedo atrevernos a desarrollar producto y agregar valor a toda la materia prima que tenemos en el territorio. Como ingenieros tenemos una capacidad muy alta, somos muy trabajadores. Nos apasionamos y sacamos adelante las cosas. Venir a estudiar aquí y empaparse con la industria da la confianza para decir: ‘nosotros sí podemos’”, reconoce.

Por eso, al retornar al país se enfocará, con su conocimiento, en aportar al desarrollo de esta área. “Con el conocimiento y la experiencia práctica que estoy teniendo, uno adquiere el bagaje para decir cómo es que funciona esta tendencia y cómo se debe aplicar en el territorio. En movilidad eléctrica, en energías renovables. A mí me apasiona el tema de las baterías, llevo 5 años trabajando en esto. Desde Celsia ya me están llamando para seguir trabajando con ellos. Yo les digo que todavía estoy por aquí aprovechando el tiempo y cogiendo cancha” puntualiza.

La historia de Gregorio es la de una pasión que, con planeación y gracias a un proceso de aprendizaje focalizado, puede replicarse para que la diversidad de conocimiento en Colombia sea cada vez más efectiva y su aplicación ayude al país a resolver los retos que el futuro plantea.

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